¿Debe pasar un niño cerca del 70% de su día estudiando? Incluso para niños de 3 años de edad algunos colegios tienen Jornada Escolar Completa, no quedándoles tiempo suficiente para jugar, pensar libremente ni siquiera para “estar en la luna” a nuestros niños.
Hace algunos días me preguntaron cómo lo hacía para educar a
mi hijo en la casa, y no se imaginan la cara de asombro que pusieron cuando
expliqué que sólo hacíamos 2 horas de clases al día todos los días; acto
seguido surgió la pregunta ¡¿qué hacen los niños tantas horas en el colegio?!
La Escuela y la Falta de Tiempo Libre
Si nos ponemos a sacar la cuenta, acá en Chile, los niños
generalmente asisten 8 horas diarias al colegio, por lo que deben levantarse a
más tardar a las 7 de la mañana, y dormirse a las 9 de la noche, de manera de dormir
las horas necesarias para un desarrollo adecuado; quedándoles en el mejor de los casos alrededor de 3 horas de tiempo de
juego, cuando no tienen que hacer tareas o estudiar.
Nosotros tuvimos la suerte (o quizá la mala suerte) de ver
cómo es mandar a nuestro hijo a un colegio y poder compararlo con la experiencia
de Homeschooling. Cuando iba al
colegio salía a las 4 de la tarde, y tras 2 meses manteniendo ese ritmo, nuestro hijo se
veía muy desgastado, triste y sin motivación por aprender, lo cual es muy raro
en él, ya que todo lo que sea aprendizaje lo motiva. Está demás decir que ahora,
haciendo Homeschooling en la casa, está
feliz.
Tiempo de Juego: el Tesoro Perdido de la Felicidad y del Desarrollo Saludable
Pero más allá de la felicidad de los niños que aún tienen
tiempo libre, debemos pensar en lo que ellos necesitan para su desarrollo
saludable, y esto es “más oportunidades
de juego activo”, especialmente al aire libre (Pooja S. Tandon, Brian E. Saelens,
Dimitri A. Christakis), según un estudio
publicado en la revista Pediatrics de la American
Academy of Pediatrics.
La importancia del juego radica, entre otras cosas, en el
desarrollo de habilidades sociales, morales, cognitivas e incluso terapéuticas
para los niños, y los científicos continúan investigando sus numerosos
beneficios, pero lamentablemente también han descubierto la pérdida de espacios
de juego para los niños, tanto en los establecimientos educacionales como en
los hogares.
Tanto es así, que investigadores como Dorothy G.
Singer, Sharna Olfman y Jane M. Healy, ya en el año 2003 anunciaban una
crisis de la Educación Pre-escolar, en la que se le da mucho énfasis a la
tecnología, en desmedro del juego.
Y esta situación se extiende también al hogar, donde queda
poco tiempo libre para los niños. De hecho las cifras son alarmantes; según el
Psicólogo D. Elkind, citado en un artículo de la American Psychological Association, “los
niños hoy en día tienen 8 horas semanales menos de tiempo de juego libre y sin
estructurar, de lo que tenían hace 20 años atrás”.
Queda claro que hay una falta de tiempo de juego en los
niños y es difícil establecer las consecuencias de esta situación, pero creo que a todos nos debiera preocupar la
drástica disminución o la ausencia de esta forma natural de relacionarse los
niños con su entorno. Una posible solución a este problema es que las escuelas
y jardines infantiles cambien sus metodologías integrando el juego como medio
para el aprendizaje y no como un obstáculo para éste. Por mientras una buena
opción educativa para nuestros hijos es realizar Homeschooling donde podrán acotar las horas de estudio y tener más
tiempo para este tan preciado tesoro que es el juego.